Todas tenemos los mismos derechos, no importando nuestra identidad e idioma maya, mujeres y hombres somos iguales en dignidad y derechos.  Basándonos en la práctica de la confianza, comunicación y participación en diferentes espacios buscando el cambio para el bien común y no personal, dentro de la articulación. 

Valor individual en el que las integrantes de la Articulación y sus redes buscan el bien común sobre el bien personal, tomando en consideración y fomentando las habilidades con que cuentan las mujeres para el desarrollo colectivo.

Las lideresas e integrantes de la Articulación están llamadas a practicar este valor, que se basa en el respeto a la dignidad, la libertad y el ejercicio de los derechos de todas las mujeres.

Es el valor de la vida, las personas somos un elemento más de la naturaleza, todo lo que hay en ella nos da vida, el no valorarla implica la falta de respeto a nosotras mismas, hacia nuestro cuerpo y nuestra vida. La naturaleza y nosotras somos complementarias.

Es individual y colectiva, debe ser asumida tanto por  la lideresa que dirigen el espacio nacional, así como por las lideresas regionales, aunque es un valor mutuo pues también las integrantes de las organizaciones que integran las redes y la articulación, deber ser responsables en su papel de socias, esto con el fin de que al asumir nuestra responsabilidad nos vamos empoderando como mujeres y vamos promoviendo nuestro desarrollo.

Valorarnos tal y como somos, no importando el origen que tengamos, valorarnos a nosotras mismas para valorar a las demás. Comenzar con nosotras, rescatando la cultura y el idioma.

Confiar entre nosotras mismas, no dudar de la capacidad que tenemos como mujeres y ser comprensivas entre nosotras mismas y las demás mujeres compañeras, para mantener una armonía entre nosotras mismas, nos permite mantener la comunicación sin importar el color, idioma, y el lugar donde se vive.

Actitud positiva hacia las demás personas y sus pertenencias. Implica también, escuchar y comprender a las demás integrantes del grupo, poner atención a las opiniones de todas, además de generar espacios para compartir nuestras experiencias de trabajo.

Se manifiesta a través de la sinceridad y hablar con la verdad, entre nosotras, con las otras y los otros.

Es armonía entre las personas de un grupo, la unidad se mantiene al concentrar energía y dirigir el pensamiento, se construye con una visión compartida, una esperanza anhelada, un fin altruista y una causa para el bien común.  Da sustento, fuerza y valor para hacer que lo imposible se haga posible.

Es la unión para realizar un buen trabajo en equipo donde exista comprensión, respeto, equilibrio, para que el trabajo se realice en paz y poder estar bien con nosotras mismas y con el colectivo. 

Es un valor subjetivo, lo sentimos, pero no lo vemos, refleja nuestro ser, la forma de comunicarnos con nuestro Creador y Formador, Dios, Ajaw, las energías, o la forma como nos sintamos identificadas.  La Articulación respeta las creencias de cada quien sin imponer una religión.